"Nosotros llegamos aquí sin entrenadores, sin fisioterapeuta, sin doctor, con problemas de la visa, no sé si fue algo xenófobo, pero nos trataron a la manera de ellos, pero uno tiene que superar esas barreras, toda la vida no vamos a estar jodidos (mal), algún día Venezuela llegará a su equilibrio", indicó el medallista venezolano.
Aunque los venezolanos Génesis Rodríguez y Julio Mayora obtuvieron medallas de oro en la categoría de levantamiento de pesas, el "trompo" confesó que los competidores venezolanos estuvieron en desventaja, porque las autoridades peruanas no autorizaron el ingreso del equipo técnico y médico, por falta de visado.
El medallista señaló que una vez que su país se recupere de la situación política y económica que enfrenta actualmente, espera que las autoridades venezolanas pidan a los competidores "hasta la partida de nacimiento de la abuela de Ronaldinho", y confesó sentir impotencia por el trato que han recibido.
González explicó que le regalaron dos entradas, las cuales obsequió a dos de los casi 50 venezolanos que estaban a las puertas del lugar en el que se realizaría competencia, y aseguró que intentó conseguir más, porque quería que sus connacionales lo vieran, pero se las negaron gritándole de forma déspota, lo que lo afectó, aseguró.
Después de concluir la competencia donde levantó 109 kilos, lo primero que sintió fueron sus lágrimas asegurando que en lo primero que pensó fue en la gente que lo apoya.
"Porque por más que sea la gente está pensando que uno va a obtenerlo, pero bueno, aquella vez fui la primera (de oro) hoy fui la de plata y adelante".
El pesista obtuvo el título dorado de Toronto 2015, el cual no pudo revalidar esta vez, al medirse con el estadounidense Wesley Kitts, quien consiguió el oro por un punto de diferencia en el total.
La presea plateada que recibió el "trompo" fue la quinta que obtuvo la delegación venezolana en esta edición de los Juegos Panamericanos.
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